Buenas noches, señoras y señores,
Yo soy el hombre, que vino a cantar,
A veces mi voz, se pierde en la noche,
Y a veces la gente viene a escuchar,
Voy a pedirles en este momento
Que me presten por un rato su atención
Para que no sean, palabras al viento
Lo que diga con esta canción.
Voy a contarles una historia, un cuento
La fábula del grillo y el mar
La fábula, la fábula, la fábula del grillo y el mar.
Vivía en un claro del bosque,
A la sombra de una Ceiba inmortal,
Un grillo que, salía en las noches,
Para irse a cantar al trigal,
Porque allá se juntaban
Para demostrar, su habilidad los grillos cantores
Y el nuestro cantaba con los demás
Los coros de acuerdo con las estaciones.
La fábula, la fábula, la fábula del grillo y el mar.
Le decían sus amigos,
Tú cantas muy bien,
Debías probar cantarle a algo más grande que el campo
Porque no cantarle a la mar.
Y dispuso un día seguir el consejo
Y sueños de gloria, llenaron sus noches
Y opto desde entonces para no resfriarse
Cerrarse del saco todos los broches.
La fábula, la fábula, la fábula del grillo y el mar.
Llegó un día al fin
Nuestro amigo a la mar
Y pasose las horas cantándole
Pero el mar, rugía y rugía
Aún viendo al grillo enfrente de el
Y quedose sin voz por la noche el cantor
Como a veces me suelo quedar
Porque el a veces el grillo del cuento soy yo
Adivinen ustedes quién, quién es la mar.