La niña y sus dieciséis, aún sabiendo del riesgo
Contigo fue al error, en una noche el amor fue placer,
En la mañana el placer ya sabía a dolor,
Ahora tiene tu niño, sin padre sin hogar,
Le ofreces reconocerlo,
Como que un simple apellido
Pudiera dar calor,
Le ofreces verlo cada fin de mes
Y cada mes de su puerta el sueño se irá
Y cuando crezca el pequeño,
¿Padre a quién dirá?
Si cada vez que buscó tu calor
No te encontró, y tu voz como siempre no hizo caso,
No te llames padre.
Si cada vez que enfermó el de amor
En soledad, el necesitaba tu mano
No te llames padre.
Si ya tu amor no funcionó
Si tú con ella no quisiste convivir
Hazlo por él
Aunque tu historia sea igual
No la repitas con tu él
Si cada vez que buscó tu calor
No te encontró, y tu voz como siempre no hizo caso,
No te llames padre.
Si cada vez que enfermó el de amor
En soledad, el necesitaba tu mano